El condado de San Diego vio una disminución de casi el 9% en la superficie con riesgo de incendio “muy alto” en comparación con 2011, informó Cal Fire esta semana en un lanzamiento de nuevos mapas para áreas bajo jurisdicción de agencias de bomberos locales y del condado.
Según datos de Cal Fire, el condado de San Diego tiene 157,338 acres con riesgo de incendio “muy alto”, el nivel más alto. En 2011, esa cifra superó las 180,700 acres.
Los nuevos mapas publicados el lunes también incluyeron por primera vez dos designaciones de riesgo menor: alto y moderado. Las jurisdicciones locales del condado de San Diego contabilizaron más de 335,000 acres adicionales en esas zonas.
Los mapas detallan los niveles de riesgo de incendio en el sur de California para las zonas donde los departamentos de bomberos de las ciudades y los condados son responsables de responder a los incidentes. Son los primeros mapas nuevos de este tipo en 14 años.
La publicación de los mapas del sur de California marca el final de un proceso de varios días de actualización de mapas para todo el estado.
Si bien el condado de San Diego registró una disminución en la cantidad de acres bajo la clasificación de gravedad más alta, áreas como el condado de Los Ángeles, aún recuperándose de los incendios de Eaton y Palisades, experimentaron aumentos del 30 %.
A nivel estatal, más de 1 millón de acres bajo jurisdicción local se encuentran bajo la clasificación de riesgo “muy alto”, lo que representa un aumento con respecto a más de 860,000. Se encontraron más de 3 millones de acres bajo las nuevas clasificaciones en toda California.
La agencia estudió diversos factores para elaborar sus mapas, incluyendo los tipos de vegetación, la pendiente, el clima y el historial de incendios.
Gran parte de la disminución se observó en la ciudad de San Diego, cuya área con riesgo de incendio “muy alto” se redujo en casi 30,000 acres.
Sin embargo, otras ciudades experimentaron fuertes aumentos en la superficie con el mayor riesgo de incendio.
Carlsbad vio su superficie aumentar de 4,840 acres en 2011 a 8,170. Chula Vista registró un aumento de 3,717 acres a 8,939 acres.
Los mapas más recientes no ofrecen actualizaciones sobre los niveles de riesgo de incendio en terrenos bajo responsabilidad estatal. Dichos mapas se actualizaron en abril pasado y muestran más de 16 millones de acres del estado con riesgo de incendio “muy alto”.
Cal Fire señaló que los mapas detallan la susceptibilidad de un área a los incendios forestales, no el riesgo.
“Lo que estamos mapeando es el riesgo de incendio forestal, es decir, la probabilidad y la intensidad del incendio”, dijo el capitán de Cal Fire, Jim McDougald. “Decimos que, en comparación con las tres zonas, esta tiene la mayor probabilidad de sufrir un incendio de la mayor intensidad”.
“El riesgo es el impacto de ese peligro”, añadió.
Los mapas se utilizan principalmente, según McDougald, para la planificación de nuevas viviendas.
“Si se construye una vivienda nueva en la zona de severidad de riesgo de incendio muy alto, se exigirá que la construcción se realice según el Capítulo 7A, que es el estándar de construcción”, explicó McDougald.
Los constructores también deberán cumplir con estándares más estrictos en cuanto al suministro de agua, el ancho de las carreteras y las vías de entrada y salida.
También se deben realizar ciertas divulgaciones sobre el riesgo de incendio en caso de compraventa de viviendas.
Las comunidades tienen cinco meses para comentar sobre los mapas antes de que se finalicen y se adopten localmente.
Pero los mapas también pueden ayudar a los residentes en zonas de riesgo a identificar si sus viviendas necesitan ser reforzadas contra incendios.
“Si vive en una zona de riesgo, siempre conviene tomar medidas para reforzar su propiedad”, dijo McDougald, “creando un espacio defendible o reforzando su casa para protegerla de las brasas o las llamas directas”.
McDougald señaló que los cambios en la superficie, ya sea un aumento o una disminución, se deben a múltiples factores, como el desarrollo urbanístico y el clima.
“Cuando hay un nuevo desarrollo que se expande, algunas de esas áreas podrían no representar un riesgo tan alto porque la vegetación ha desaparecido”, dijo McDougald.
“Y ahora estamos utilizando un modelo meteorológico localizado que analiza el clima desde estaciones dentro del condado”, añadió.
Los datos más localizados han ayudado a identificar velocidades y ubicaciones del viento con mayor precisión.
“Hemos visto, en general, en todo el estado que el riesgo ha aumentado, y eso se debe principalmente a ese modelo meteorológico”, concluyó.
Original Story
New fire maps show swaths of San Diego County with ‘very high’ fire hazard
