Todo empezó con una declaración atrevida.
“Quiero crear una marca latina de alta calidad que esté en las estanterías de Barneys”, afirmó Velásquez a su diseñador de marcas durante las primeras fases de Nopalera, su línea de cuidado de piel.
La cuestión es que para Velásquez, cantante del grupo alternativo latino Pistolera, los grandes almacenes de lujo de Nueva York estaban muy lejos de su alcance cuando pronunció esas palabras hace unos años.
“Por cierto, nunca había entrado a Barneys”, confesó durante una llamada por Zoom.
Hoy, en menos de dos años desde su lanzamiento, Nopalera ha recaudado 2.6 millones de dólares y ahora se vende en 400 tiendas nacionales como Nordstrom, Credo Beauty, Anthropologie Free Movement, Whole Foods New York City y online.
Recientemente, Nopalera fue seleccionada como la startup latina del año en L’Attitude, el mayor evento centrado en los latinos del país. Desde la competencia del año pasado, L’Attitude Ventures ha invertido 16 millones de dólares en empresas latinas, según un comunicado de prensa.
Fue en 2019 cuando Velásquez hizo un cambio significativo en su carrera, uno que la acercaría a tiendas como Barneys, cuyos rangos de precios se sitúan en el umbral de los tres y cuatro signos de dólar.
Tras 14 años como vocalista de Pistolera, Velásquez —que se había trasladado de San Diego a Brooklyn en busca de una carrera musical— visitó la casa de sus padres en California.
Era verano y Velásquez estaba entre trabajos.
Para afrontar los costos de la vida en Nueva York como músico, trabajó como a del departamento de danza, primero en Barnard College de la Universidad de Columbia y luego en Juilliard School.
En 2016, terminó de algún modo en las “trincheras de la alimentación neoyorquina”, trabajando con marcas de bienes de consumo envasados como Van Leeuwen Ice Cream. Fue allí donde tuvo su primer lección sobre lo que se necesita para construir una marca.
Desempleada y curiosa, Velásquez se interesó al azar por la fabricación de cosas, en particular del jabón. Durante su visita a San Diego, le dijo a su hija: “Vamos a hacer cosas… Vamos a aprender a infusionar aceites y a hacer barras de loción”.
A mitad de la sesión de manualidades, la experta en entrenamiento del cuidado de la piel se fijó en algo afuera. De color verde y con púas que sobresalían de sus almohadillas en forma de garrote, encontró lo que se convertiría en el ingrediente principal de su nueva afición: un cactus espinoso o “nopalera”.
“Fue entonces cuando se me ocurrió la idea”, dijo Velásquez sobre el momento en que se le prendió el foco. “Estoy aquí… en la casa de mis padres en San Diego y tienen una nopalera en su patio delantero como mucha gente”.
La semilla de su nuevo proyecto, que un año después se convertiría en un negocio nacional, se plantó allí mismo.
“Me di cuenta de que podía construir una marca de alta calidad en torno a esta planta con la que había crecido toda mi vida”, compartió Velásquez, “Una marca sostenible y regenerativa y culturalmente relevante”.
Después de un año formulando jabones y exfoliantes corporales desde su departamento de Brooklyn, Velásquez fundó Nopalera, una línea de baño y productos veganos y sin crueldad elaborados con aceite de higo chumbo, manteca de karité y otros ingredientes naturales.
Utilizando su tarjeta American Express como capital para los costos de la escuela de formulación, la marca, el envasado y otros gastos relacionados con el negocio, Velásquez pudo crear un negocio con “cero dinero y cero ahorros” para luchar por su visión de tener algún día sus productos en una tienda como Barneys.
Con un precio de 14 dólares la pieza, cada pastilla de jabón Nopalera cuenta la historia de Velásquez, músico mexicano-estadounidense y ahora empresaria deseosa de reescribir la historia de la cultura y las marcas latinas.
“Esto es también un acto sociopolítico”, comentó Velásquez sobre la misión de su marca, “voy a construir una marca latina de alta calidad y voy a cobrar los mismos precios que cobran estas otras marcas que tienen estos nombres ses”.
Las comunidades latinas del país desempeñan un papel importante en términos de crecimiento económico. Su poder adquisitivo se registró recientemente en 1.9 billones de dólares, según un informe de 2021 de la Universidad de Georgia.
En respuesta a esto, Velásquez está decidida a cambiar la idea errónea de que las cosas que vienen del sur de la frontera deberían ser más baratas.
“Tenemos que cambiar la narrativa aquí”, afirmó Velásquez.
Atribuye a su madre, Lilia Velásquez, abogada de inmigración y derechos humanos, y profesora de derecho en San Diego, parte de su éxito con Nopalera.
“Soy muy afortunada porque mi madre es una persona muy fuerte que fue modelo de valor, fuerza y resistencia”.
Este mes, Velásquez fue vista en un tráiler de la 14ª temporada del programa de emprendedores de la ABC, Shark Tank, pero no se ha confirmado si se emitirá el episodio de Nopalera.
Permanezca atento, solo el tiempo dirá si Nopalera acabará en la televisión o en Barneys New York en un futuro próximo.
Becerril es escritora independiente.
